La sobrepoblación es producto de una formación que nos enseña y nos dice que debemos tener todos los hijos que la naturaleza nos da, mensaje que fue valido hasta fines del siglo 19 principios del 20, pero ahora rotundamente NO El desarrollo científico/tecnológico, nos ha entregado grandes avances en medicina, dándonos una mayor esperanza de vida.
Por ejemplo, hasta 1870 la especie humana tenia una vida media entre 20 y 30 años, ese año subió a 40, posteriormente en 1915 llego a 50 años, en 1930 a 60 años y en 1955 llego a 70 años, actualmente esta por sobre los 80 años.
Para el caso de las enfermedades, por cada persona que muere hoy por alguna enfermedad, en la Edad Media fallecían 130, por cada persona que muere hoy debido a una enfermedad venérea, hace 100 años fallecían 20. Actualmente, en este inicio de siglo XXI, la población de los países desarrollados es de 1.180.000.000 millones de habitantes y se espera, según estudios de la Naciones Unidad, que para el año 2050 disminuya a 1.160.000.000 millones, en cambio la población de los países subdesarrollados aumentara de 4.750.000.000 millones a 8.200.000.000 millones. Las cifras nos dicen que, lamentablemente, gran parte de la población mundial se encuentra y encontrara en los países pobres y subdesarrollados. Los bebes que llegan al mundo tienen muchas más posibilidades de nacer en una región donde habrá violencia, hambre y enfermedades. En la actualidad tan solo de hambre en un año mueren aproximadamente 19.000 niños, es decir 1 niño cada media hora. Más de cinco millones de personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con el agua, lo que equivale a diez veces más que el número de muertos a causa de guerras en el mundo.
En la medida que aumenta la cantidad de seres humanos, crecen con ello las necesidades de alimentación y de energía. Con cifras globales, comparando el año 1960 con el año 1995, se puede ver la espiral ascendente de la presión que ejercemos sobre nuestro medio ambiente:
- Los consumos de pescado, agua dulce y la producción de cereales crecieron en un 100%.
- El uso de la madera aumenta en 75%.
- El consumo de cemento considerado como indicador de la pérdida de hábitat, bosques o tierras agrícolas a favor de la expansión urbana, aumenta en un 400%.
- Las emisiones de dióxido de carbono, responsable en gran parte del proceso de cambio climático, aumentaron en un 100%.
- Entre el año 1970 y 1995 los ecosistemas naturales perdieron casi una tercera parte de la riqueza natural del planeta.
La presión ambiental que causa el ser humano esta aniquilando y a exterminado una gran cantidad de especies animales únicas, que fueron el resultado de millones de años de evolución y con la tala indiscriminada de bosques, que son los pulmones de nuestro planeta, quitamos uno de los elementos que sirve para regenerar nuestra atmósfera, además las especies que se pierden, tanto animales como vegetales, podrían haber sido fuente importante de medicamentos y drogas para la cura de muchas enfermedades. El ser humano ha acabado con el 60% de las praderas, bosques, tierras de cultivo, ríos y lagos del mundo.
Es posible predecir que cuando la población mundial aumente a aproximadamente 9 mil millones de personas en el 2050, podrían surgir conflictos dispersos por el suministro mundial de agua potable y otros recursos. Con esto podemos concluir que; por el daño y destrucción que estamos causando en nuestro planeta, debido a nuestro número, ya tenemos características de plaga.
A pesar de los grandes avances técnicos, contradictoriamente se puede decir que a escala global existe un deterioro cada vez mayor en nuestra calidad de vida, al haber menos espacio para vivir en las grandes ciudades y más hambre en los países pobres. La distribución de la riqueza se va desequilibrando, ya que cada vez son menos los que tienen mucho y aumentan los que tienen poco. El resultado de esta situación es un incremento en los índices de descontento en las poblaciones de los países subdesarrollados debido a la falta de oportunidades, señales inequívocas son el aumento de la violencia y la delincuencia.
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